BY TIZIANA BERRONDO
El yoga se ha vuelto una práctica de moda en los últimos años, generando una gran propagación de sus enseñanzas a nivel mundial. Cada vez existen más centros de yoga y maestros que imparten clases. Esto tiene su punto bueno y punto malo, por un lado las enseñanzas están mas accesibles para todos pero por otro lado la calidad disminuye ya que no hay un control de lo que se esta transmitiendo.
Hoy en día cualquiera se puede volver maestro de Yoga, antes tenías que ir a buscar a las montañas o cuevas alguien que te enseñara.
Yo tengo un gran respeto por estas enseñanzas ya que me han ayudado mucho en mi camino y desarrollo interno. A pesar de lo que hoy se enseña, puedo decir de corazón que la belleza de la práctica permanece intacta ya que sus raíces son solidad y no pueden ser destruidas.
En esencia se puede decir que el Yoga es una práctica de sanación. Fue creada para guiarnos a conectar con lo que somos y así ampliar la conciencia. Al observar las prácticas de Yoga podemos ver que tienen una secuencia muy lógica que te va llevando de la mano a profundizar.
La primer etapa de la práctica consiste en una limpieza y purificación profunda en todos los niveles. Hay tres partes de lo que nos conforma como individuos que necesitan ser abordadas para quitar lo que sobra o no pertenece.
- El cuerpo físico: Se desarrollaron las asanas (posturas) para desintoxicar el cuerpo y abrir los canales energéticos.
- El cuerpo energético: Se trabaja a través de la respiración, esta es nuestra herramienta mas directa para manejar la energía vital. La respiración y las posturas trabajan en conjunto para desbloquear el cuerpo y la energía.
- El cuerpo mental: El trabajo interno siempre va acompañado de la observación para así darnos cuenta de que necesitamos limpiar. Con la práctica la mente se va entrenando a mantenerse enfocada y concentrada en el presente, a través del tiempo podemos dominarla por completo.
En esta etapa podemos observar que hay tres puntos a trabajar y desarrollar, esto es algo que se debe de abordar todos los días.
Solo la constancia puede hacer que surja una verdadera transformación interna. Los bloqueos que habían en un principio se van diluyendo para que pueda expresarse el verdadero SER.
Estas impurezas están presentes en todos los niveles y las podemos definir como experiencias que no logramos integrar en su totalidad. Esa energía queda contenida en el cuerpo físico, energético y mental hasta que encuentre el espacio para poder expresarse. Mientras existan estos bloqueos van a buscar salida en forma de patrones que repetimos sin darnos cuenta y estos a su vez generan sufrimiento.
La verdadera felicidad es un estado que surge desde lo mas profundo, y lo mas bello es que es infinita. Lamentablemente los bloqueos impiden su expresión, por eso es importante el trabajo interno de purificación.
La segunda etapa de la práctica de Yoga consiste en habitar esa felicidad eterna, en permitir que se exprese en nosotros. Esto lo vamos logrando a través de la meditación, esta herramienta nos va permitiendo reconocer nuestra verdadera naturaleza. Vamos ampliando nuestra intuición y generamos una conexión directa con lo divino.
En el Yoga cuando nos referimos a lo divino, lo hacemos como una energía o una totalidad.
No es una religión y no alabamos ninguna figura. La divinidad es algo que habita dentro de nosotros y en todo el universo, es la energía creadora que esta presente en todo.
Sanar es romper las creencias, ideas, falsedades, patrones y bloqueos.
Es mirar hacia lo verdadero y darnos cuenta que eso habita en nosotros. Requiere trabajo, dedicación, entrega y sobre todo MUCHA VOLUNTAD. Solo un guerrero podría limpiar todos sus bloqueos y así convertirse en un Yogui, solo un guerrero se atreve a habitar la verdad.
Empieza HOY, tu transformación.
TIZIANA BERRONDO
